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A mal tiempo buena cara

¿Emprender o no emprender?

Este es el consejo que nos dan los supuestamente entendidos en empleo. Un día sí y al siguiente también.

¿Cuántos amigos tenéis que son o hayan sido emprendedores o piensen serlo?

Casi ninguno, ¿verdad? La razón es ese miedo atroz al fracaso que impregna la cultura española. Miedo que parece ser que tenemos que superar. Claro, muchos americanos son emprendedores porque no tienen miedo al fracaso. Los españoles no emprendemos por miedo. Por esa sensación de seguridad que nuestros padres nos han inculcado.

Pero vamos a ir un poco más allá. Monto un negocio. Sinceramente, ¿qué facilidades hay en España para ello? Al menos hasta ahora poquitas. Y digo hasta ahora, porque en este momento hay bastantes sitios, asociaciones de empresarios y entidades que asesoran bastante. Bajo mi punto de vista, también porque ahora es lo que interesa. Como no hay trabajo para la gran mayoría, pues toda la parafernalia de los recursos humanos nos viene diciendo que tenemos que montarnos nuestra empresa.

Ya tengo mi negocio. Al cabo de un tiempo me doy cuenta de que no va bien. Llegó el temido fracaso. ¿Cuáles son ahora mis opciones? Volver a emprender está difícil. Por lo que tengo que buscar trabajo por cuenta ajena.

Crisis aparte, ¿cuándo ha sido fácil encontrar empleo en España? Desde que yo tengo uso razón en esto de la vida laboral se ha discriminado a la mujer, sobre todo con niños, se ha discriminado a los mayores de 40 años, se ha discriminado a los jóvenes por no tener experiencia. No era raro ver que a alguien le costaba un año encontrar trabajo, antes y ahora. Cuando en todos estos países donde hay tantos emprendedores la gente encuentra trabajo como máximo en seis meses, valoran la experiencia sin mirar la edad, hay oportunidades hasta para los estudiantes de humanidades.

Que nadie os haga sentiros culpables por no querer emprender, por tener miedo a fracasar. La culpa no es vuestra sino de la mentalidad de la sociedad en la que os ha tocado vivir, que no sabe valorar a un trabajador, a una persona que se ha pasado la vida esforzándose. Este esfuerzo puede ser de muchos tipos: estudios, trabajo, idiomas, voluntariados, atención a la familia. Pero aquí no se valora nada.

Y, por supuesto, nadie quiere verse con un negocio fracasado a los cuarenta largos porque ya sabemos lo que pasa.

1 comentario

manuel -

Efectivamente está complicado, aunque ahora, en defensa de los emprendedores, diré que se puede emprender en Internet y es económico. Se puede dar marcha atrás fácilmente, aunque los negocios de emprendedores en Internet son más lentos que negocios físicos. Yo por ejemplo tengo mi blog http://vidaemigrante.com/ con Adsense, que da ganancias, también se puede meter afiliados de empresas de aerolíneas, turismo, etc. Es una buena opción, saludos!