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A mal tiempo buena cara

Hemos vuelto

Iniciamos en marzo de 2006 el exilio. Empezando por el Reino Unido. Un tipo de sociedad muy distinta. Para los extranjeros nada es fácil, en ningún sitio atan los perros con longanizas. Pero pudimos ver que para un nacional es posible casi siempre encontrar un curro en menos de tres meses. La burocracia es una maravilla en comparación con la continental. Los precios no tan elevados como se cuenta. Multiculturalidad elevada a la enésima potencia.

Seguimos por Bélgica. País de burocracia pesadísima y trabajadores muy incompetentes. De manera general, un país caro. Utilizamos bastante su sistema sanitario. Aun siendo copago, es público, con lo que tampoco te quedas con la sensación de que te están sacando en dinero. En eso sí estamos más satisfechos.

Tras unos meses en Barcelona, hemos vuelto a nuestra Zaragoza. Un alivio, adiós a la soledad y a las relaciones superficiales!!!!. Vuelta a la normalidad con la familia, amigos, parroquia, grupos de vida.... El suplicio es la búsqueda de empleo, para no variar.

En general, podría decir que mi maduración humana está marcada por los años fuera de España. He vuelto aquí y me parece que la gente sigue pensando lo mismo en muchas cosas, mientras que yo tengo ahora puntos de vista muy distintos. Entre ellos:
- Mi punto de vista sobre la inmigración. Veo a la sociedad española muy provinciana, de su terruño, clasista, incluso a veces racista, no acostumbrada a los acentos extranjeros. La gente no sabe ponerse en la piel del extranjero. Tengo la impresión de que en Inglaterra y en Bélgica se les discrimina menos que en España. Y la verdad que no veo a los españoles en general aceptando al que tiene un nombre no español igual que al otro, aunque se haya criado en España, y conozco algún testimonio.
- La valoración de mí misma. He aprendido que si no me valoro a mí misma no lo van a hacer los demás. Siendo extranjero se te valora muy poco.
- La iglesia. Creo que se ponen objetivos demasiado altos y que se exige demasiado a la gente. Cuando la realidad es que cada vez hay menos gente formando parte de la iglesia, para qué tanto objetivo.

Seguiremos informando.....

1 comentario

Diego -

Dicen que el viajar es lo que abre la mente y te ayuda a relativizar y avanzar como persona, darte cuente de lo que es importante y de lo que podemos hacer para cambiar.

Me alegro de tu vuelta al mundo de los blogs, te sigo :)