¿Es importante que sepamos inglés? Todos conocemos la respuesta. Saber un idioma es escribirlo correctamente, comprenderlo y hablarlo. Si uno de estos pilares falla, no podemos considerar que realmente sepamos un idioma.
En los colegios se quiere potenciar esto cada vez más. El problema es cómo.
Ya me gustaría a mí saber la manera de hacer esto para que los niños acabaran la primaria sabiendo inglés de verdad. Simplemente aquí voy a limitarme a exponer y a opinar sobre aquellos pasos que en mi región se están dando hacia el bilingüismo. Voy a escribir opiniones mías y otras que no lo son pero están en la calle.
Para empezar, a los niños ahora se les enseña inglés desde los tres años en el colegio, que es mejor que empezar a los once, como me tocó a mí. Tenemos también más recursos audiovisuales al alcance de todos. Es sencillo encontrar en YouTube (por ejemplo), vídeos en inglés para todas las edades para que los chicos se acostumbren a escuchar.
En cuanto a los colegios bilingües de mi región, decir que existen tres modalidades de bilingüismo:
- La que llaman currículum integrado
- CILE2
- CILE1
Sigamos. De estas tres modalidades la que más vale la pena es la primera porque es la que tiene un convenio con el British Council. Por tanto, es la que tiene más horas semanales en inglés y además se cuenta con profesores nativos.
Las otras dos modalidades, en comparación con esta primera, son como comparar al Manchester Utd con el equipo de fútbol de la Canal de Berdún, sobre todo la CILE1. Esta última es la que menos horas tiene de idioma extranjero. Ni CILE1 ni CILE2 cuentan con el apoyo del British Council. Se trata de soluciones que se han puesto para no quedarse atrás. En principio no cuentan con profesorado nativo.
Durante el curso académico 2012/13 se dio la oportunidad a todos los colegios no bilingües de serlo, aunque no todos cumplieron los requisitos. Por lo que sé, a los profesores se les exige un nivel B2 para impartir clases en inglés. Hay quien dice que no es suficiente, aquí tampoco me voy a pronunciar ya que todo es relativo. De hecho hay españoles que llevan mil años en un país anglosajón y no tienen ningún título que acredite su nivel. Desde mi experiencia simplemente opino que no se aprueba un B2 por la cara bonita. El problema es que por muy buen nivel de inglés que tenga un no nativo, siempre tendrá acento no nativo, y eso será lo que los chicos aprenderán.
Otra de las críticas que ha recibido este acercamiento al bilingüismo es su no obligatoriedad de que los colegios empiecen con él desde educación infantil. Se puede comenzar el programa bilingüe como tal en primaria.
La última crítica que expongo aquí es que este programa bilingüe ha favorecido claramente a la escuela concertada. Esto, como podréis imaginar, se ha dicho fundamentalmente desde los sectores más cercanos a la escuela pública.
Para empezar, es verdad que la mayoría de los colegios bilingües de nueva creación son concertados. Los que critican esto suelen alegar que en la escuela pública los profesores son funcionarios y no se les puede echar, mientras que en la concertada son gente puesta a dedo y se les puede echar si no interesan. En teoría es así, pero yo por lo que conozco, los profesores de la concertada están bastante contentos con sus centros. No echan pestes como la gente que trabaja en una empresa. Sin conocer de primera mano podría decir que son sitios donde no se trata mal a los trabajadores ni se les echa a la calle con la frialdad con que una empresa lo hace. Por otra parte, el bilingüismo British Council no se ofertó a la escuela concertada.
Hay una cosa también importante que no sé si se tiene en cuenta y es, como siempre, la implicación de las familias. No estaría de más que los padres pusieran algún capitulito de Peppa Pig en inglés. Duran solo cinco minutos y además es inglés británico, el que se pretende enseñar en España.
Mi conclusión es que no creo que con este plan los niños vayan a salir del colegio hablando inglés. Tendrán algo mejor que lo que tuvimos los de mi generación pero no se llegará al nivel de los países nórdicos y Holanda. Y es que, como muchas cosas en este país, se quieren cambios pero a coste cero. Como siempre… esto es lo que hay detrás del camino hacia el bilingüismo ideado por la consejera de educación de mi tierra. Y más ahora, con el recorte que ha supuesto, según he leído en la prensa, la eliminación de la colaboración con el British Council. Lo que he leído sobre esto es muy típico de nuestro país: Yo le paso el marrón al vecino y el vecino me lo pasa a mí. La Consejera de Educación dice que el British Council rompió el convenio. El British Council lo desmiente. Es cierto que era un programa caro, pero era muy eficaz. Estaba comprobado que los niños aprendían inglés de verdad. Fue una pena que la mayoría de los colegios no pudieron disfrutarlo. Y ahora es una pena que por tema político se erradique. Para algo con lo que todo el mundo está satisfecho… van y lo quitan. Así son las cosas.